Es innegable que a nivel mundial este virus lo ha vuelto todo patas arriba. Ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de comportarnos, de trabajar, de comprar…
Ha conseguido cambiar nuestros esquemas y poco a poco, nos vamos moviendo a un mundo híbrido donde todas las esferas de nuestra vida se están convirtiendo en una mezcla de momentos presenciales y momentos on line.
Si lo vemos desde una óptica personal, nuestr@s hij@s iban al colegio y se relacionaban con sus profesores y compañeros de una forma presencial. De repente apareció el COVID19 y el confinamiento, y se pasaron una buena parte del curso pasado dando sus clases online y comunicándose entre ellos exclusivamente en remoto. Y ahora tenemos niños que han vuelto al cole de forma presencial, otros de forma online, muchos colegios que han preparado sus aulas para que los niñ@s que tengan que estar en cuarentena puedan seguir las clases en remoto, y a miles de profesores aprendiendo a dar clase a través de videoconferencia y enganchar a alumnos que sigan las clases desde su casa mientras sus compañeros están en el aula.
En el mundo de las empresas está ocurriendo lo mismo. Antes todo era presencial, pero luego en el confinamiento tuvimos que trabajar, vender, formar, etc. en remoto y vimos que se podían hacer muchas cosas en este formato. Y ahora hay gente que lo sigue haciendo 100% en remoto, pero también hay algunos que están teniendo ciertas reuniones en presencial (aunque para el ámbito comercial una gran mayoría de las organizaciones tienen prohibida la visita de externos) y otras muchas personas han tenido que volver a trabajar presencialmente.
Pero todavía no estamos preparados para este nuevo tablero en el que las cosas pueden ser a veces en remoto y a veces presenciales o una parte de una forma y otra de otra… Si lo vemos desde la óptica comercial, hay más de un 30% de las redes comerciales que no sienten cómodos vendiendo en remoto, y el porcentaje de desconcierto crece cuando el proceso de venta se hace híbrido.
Además la gran crisis económica que está generando la pandemia, nos obliga a repensar la estrategia de nuestro negocio o rediseñar nuestro plan de impulso comercial o replanificar los objetivos de los comerciales. También parece que modelo de teletrabajo está provocando cierta desafección de las personas con sus empresas, bajando su nivel de compromiso…
Muchos retos, muchas necesidades de consejo, de orientación, de aprendizaje y pocos recursos, presupuestos mínimos…
Con el objetivo de democratizar la consultoría comercial, de poner a disposición de cualquier empresa, las metodologías, los procesos, y las herramientas que las grandes compañías utilizan para potenciar sus ventas y transformar sus negocios, en tatum llevamos años invirtiendo en el desarrollo de una plataforma que integra todo nuestro conocimiento comercial, en una base tecnológica potenciada por inteligencia artificial para lanzar nuestra startup: Sales Accelerator.
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